Una crisis puede ser un inesperadamente buen campo fértil para grandes ideas. Cuando los problemas son de índole sentimental, más aún y especialmente si dos integrantes de una agrupación recientemente lidiaron con sendos divorcios. Así se fraguó la canción Separate Ways de la banda Journey, en medio de tensiones, rupturas y un deseo general de superar el terriblemente amargo trago que les estaba propinando la vida a través de sus decisiones amorosas. En una situación análoga a la que gestó el Rumours de un Fleetwood Mac en guerra consigo mismo, el vocalista Steve Perry con la cabeza a flote y el tecladista Jonathan Cain, ambos de Journey, escribieron Separate Ways para dar otro sentido, algo más llevadero a los problemas que Neal Schon y Ross Valory enfrentaban.

Fue el primer sencillo de Frontiers, el octavo álbum de la banda. De entrada nos recibe con un ya legendario riff en el teclado que seguramente está grabado en nuestra conciencia colectiva. Luego entran todos los instrumentos para inyectarnos con un ritmo galopante que no cesa hasta que concluye el tema. La voz de Perry lleva una fuerza inusual, como si estuviera golpeándonos con sus palabras y esto combinado con el ataque musical se torna una experiencia catártica que seguramente ha servido como liberación de angustias y tensiones a muchos de sus oyentes a lo largo de sus ya 35 años de existencia.

La letra tiene un declarado mensaje en el que queda clarísimo que la intención es terminar con una relación, pero con la característica que no lo hace de una manera hiriente o acusadora, más bien es una aceptación del destino que incluso tiene el coraje de desear a la otra persona que pueda encontrar el verdadero amor en los brazos de alguien más aunque confiesa que todavía la ama. Es la firma de un buen perdedor.

Para 1983, Journey ya era una banda firmemente establecida, con 8 discos a su haber y otro más en vivo tenían amplia experiencia en el mundo de la música. Habían tenido algunos cambios en su integración, siendo la unión de Steve Perry uno de los más trascendentales, pues su voz está para siempre ligada al grupo, tanto que su actual vocalista, el filipino Arnel Pineda, canta con un estilo casi igual al suyo. Todos estos factores nos dan una producción madura que transmite una confianza intrínseca en el material que grabaron y Separate Ways es fácilmente uno de los mejores exponentes de ello.

La canción es acompañada por un cómicamente controversial video que mucha gente considera como uno de los peores que se hayan grabado, opinión que no comparto. Hace «uso» prominente de instrumentos que no están allí por medio de un surreal empleo de mímica. Además de eso, la novia de Steve Perry estaba presente durante el rodaje (la misma que fue objeto de Oh Sherrie) y sus celos y tendencias posesivas no ayudaron para nada en la producción. Nuevamente, la tensión sirve como leña para el fuego que alimenta una creación, aunque en el caso del video, el efecto no fue tan positivo.

Para Frontiers la banda estaba integrada por Steve Perry en la voz, Neal Schon en la guitarra, Jonathan Cain en los teclados, Ross Valory en el bajo y Steve Smith en la batería. Este sería el último disco con Valory hasta su regreso en 1995.

Separate Ways es una de las más conocidas canciones de Journey y no es por casualidad. Es enérgica, contagiosa y nos hace vibrar con su contundente ritmo. El mensaje es amargo, pero es tan memorable que resistirse a su encanto es una labor casi inútil y por demás innecesaria por lo que lo único que queda es disfrutarla vivamente.

Antonio Chico 2018

El video original:

Una interpretación en vivo de 1983 donde podemos escuchar la impresionante voz de Steve Perry en su apogeo. Eriza la piel.

Y el audio original, puesto que el video usó una versión editada para hacerla más corta:

Y no puedo despedirme sin mostrar un video en el que Arnel Pineda canta Separate Ways con Journey en su natal Filipinas. Su voz es agradablemente familiar: