Iggy Pop es reconocido por su trayectoria dentro del punk y hasta se le conoce como el «padrino del punk». Sin embargo, en 1990 lanzó un sencillo de rock llamado Candy y lo hizo en dúo con Kate Pierson, una de las coristas de la afamada agrupación The B-52’s. La canción pertenece al álbum titulado Brick By Brick y tiene la distinción de ser el mayor éxito de la carrera de Iggy Pop. La razón es sencilla, fue promocionado por MTV y además por la manera en la que está compuesta e interpretada logró alcanzar al gusto de un público mucho más amplio. Pero hay algo más detrás de su éxito y es una magia intangible hilvanada dentro de sus notas, una química especial que se da entre sus dos intérpretes mientras que sus contrastantes voces son llevadas de la mano por la música, que suena sencilla pero sincera y es exactamente lo que Candy necesitaba para sobresalir. Hay dulzura -además de su obvio título- y una sinceridad que logra que quien la escucha pueda identificarse con ella.
¿Qué tiene esta canción? Una belleza que surge de su sencillez, pero hay algo más, una presentación de algo que muchas personas han vivido, una historia de amor perdido que no olvidan sus protagonistas. En este caso es el mismo Iggy Pop que narra cómo su corazón aún extraña a esa novia que tuvo en su juventud y que por algún motivo no pudieron seguir juntos. El sentimiento es compartido y Kate Pierson es quien nos permite ver el lado de la chica. A los dos les duele todavía, el amor terminó pero no el sentimiento entre ambos, quienes todavía se quieren y se siguen extrañando pero la vida los llevó por diferentes caminos.
En una entrevista Iggy Pop reveló que cuando compuso Candy quiso darle la oportunidad a «ella» de contar su lado de la historia e invitó a Pierson a caracterizarla pues su voz tiene el sonido especial que él buscaba, una chica de pueblo con cierta inocencia en su voz. Y la unión de las dos voces funciona de maravilla, el barítono de él con la agudeza de ella, un contrapunto que acentúa las dos maneras de ver esa historia de amor que no prosperó pero que dejó una huella indeleble en la vida de los dos enamorados.
Al pensar en Iggy Pop seguramente se nos viene a la memoria I Wanna Be Your Dog de cuando estaba en The Stooges o también Lust For Life como solista, pero no debemos dejar de lado esta admirable joya de 1990, una franca y deliciosa canción titulada Candy.
Antonio Chico 2019
El video oficial:
Música y Oxígeno 
Iggy Pop es uno de esos íconos de la música facilmente reconocibles, pero vaya que me has sorprendido, no recordaba ni el disco ni el sencillo, como que quedó registrado en un especie de archivo muerto de mi memoría. La estoy escuchando y quedo cautivado por la sencillez de la pieza, una buena combinanción de voces. Gracias por permitirme regresar en el tiempo, y degustar con más madurez esta buena canción. Saludos !!!
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Me alegra mucho que fuera rescatada esta canción a través de mi entrada. Una de mis intenciones al escribir sobre ciertas canciones es precisamente traerlas de regreso de un posible olvido y esta es de las mejores. También la había olvidado y escucharla nuevamente fue algo muy especial. Y como bien dices, es sencilla pero totalmente sincera, como la historia de amor perdido que narra en su letra. Saludos!!!
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