El arte de la seducción tiene muchas facetas. Chrissie Hynde, como vocalista de The Pretenders, logró destilarlo hasta conseguir una pureza tal que podemos sentir en su voz la dulzura e intención que infundió a la canción. Hablo de Brass In Pocket, que fue uno de los sencillos de su primer álbum titulado simplemente Pretenders. Es una canción que podría parecer sencilla, pero todas las piezas que la conforman tienen su lugar y funcionan al unísono para entregar un sentimiento de alegría y carismática confianza que es capaz de levantar el ánimo a cualquiera.

Y sí, es esa confianza con la que Hynde nos canta la que eleva la canción a un nivel mágico. A pesar de lo evidente de la letra y la manera en la que ella la interpreta, en ningún momento sentimos que es alguien que está fanfarroneando o que es tan engreída que perdió el verdadero efecto que produce. Todo lo contrario, le creemos y sabemos que el sentimiento es legítimo y que lo que está diciendo es real. Hay una mezcla entre deseo y timidez que nos hace pensar que estamos ante una mujer profundamente enamorada y que llegó al momento de dar el paso con quien es el objeto de su deseo. La ternura de su voz no es de inicio evidente, pero cuando la contextualizamos, se convierte en uno de esos ingredientes que parecen no estar allí, pero que hacen su aporte con tal delicadeza que engrandece más lo real del sentimiento.

Por su lado la música tiene un aire juguetón que aporta una ligereza al aura que la voz tiene. A lo largo de la misma escuchamos un reconocible riff de guitarra sin distorsión, pareciera simple, pero lleva consigo un especial impulso. Simultáneamente el bajo nos da el soporte rítmico en conjunto con la batería. Toda la instrumentación transmite una sensación de amplitud sin caer en la necesidad de tener que usar efectos de eco. Es magnífica en su sencillez.

Cuando Pretenders fue grabado, la agrupación estaba formada por Chrissie Hynde en la voz y guitarra rítmica, Martin Chambers en la batería, Pete Farndon en el bajo y James Honeyman-Scott en la guitarra principal y teclados.

Como nota curiosa, me fijé en esta canción hasta que la escuché mientras era interpretada por Scarlett Johansson, como Charlotte en la bella e interesante película Lost In Translation. Lo hace mientras lleva una peculiar peluca rosada en un Karaoke Bar de Tokio y es capaz de canalizar el sentimiento que Hynde le dio a la versión original. Un momento memorable de un largometraje inolvidable. Sin embargo, todavía pasó tiempo luego de eso hasta que descubrí que la canción era de The Pretenders y cuando lo supe, de inmediato la busqué y se convirtió en una de mis favoritas.

Brass In Pocket además tiene un video que la acompaña, el que extrañamente muestra situaciones completamente desconectadas de la letra. Hynde, en lugar de tomar el papel estelar, es relegada a una mesera y nunca se le permite brillar como su voz lo hace. Pero, el fundamento es la canción y es lo que al final todos recordamos, el video puede perfectamente dejarse de lado como una desviada creación que no coincide con su material original, del que por fortuna no resta absolutamente nada.

Antonio Chico 2018

El video original:

El audio:

Y la inolvidable interpretación de Scarlett Johansson: