
El metal es bello. Ese enunciado es un poco difícil de creer para mucha gente que no tiene acostumbrado su oído a este género musical. No es música que uno asocia con cosas que nos acarician el alma, pues normalmente nos la tocan con la delicadeza de un huracán. Sin embargo, hay muchos álbumes que no sólo tienen esa energía extraordinaria, también están dotados de una dulzura atípica que nos maravillan y elevan el espíritu con toda su fuerza.
Este es el caso de Temple of Shadows, de la banda brasileña Angra. Es eminentemente un álbum de power metal con una fuerte dosis de progressive metal. El Power Metal, para quienes no tienen el gusto de conocerlo, se distingue por tener ritmos muy rápidos en todos los instrumentos mientras la voz cuenta una historia. Además, los vocalistas del género están entre los mejores de todo el metal, con potentes pero fantásticamente moduladas voces.
Temple Of Shadows, que es un álbum de concepto, relata la vida de un cruzado en el siglo XI. Se le conoce como Shadow Hunter y a lo largo de su historia cuestiona a la Iglesia Católica, por la que fueron enviados los cruzados a aniquilar Jerusalén, ataque en el que mueren su esposa e hijos. Es una historia de ficción basada en hechos reales. A lo largo de la misma, vemos cómo el guerrero cuestiona sus órdenes y creencias al ir viendo las consecuencias de sus actos, hasta que al final decide forjar su propio destino y dar a conocer su manera de ver la vida.
La historia es realmente buena y tiene una secuencia lógica a medida que avanza el álbum. Pero, en Temple Of Shadows es la música el principal protagonista. Es tarea difícil describir en palabras la magnitud de lo que se escucha en el álbum. Hay una maestría en la manera de interpretar las canciones, que emanan emotividad y sentimiento en cada nota. Hay temas de power metal puro como Spread Your Fire, fuerte influencia progresiva en Angels And Demons y Winds Of Destination; Wishing Well es una power ballad, un enfoque épico en The Shadow Hunter, un guiño operático en No Pain For The Dead y hasta detalles de samba en Sprouts Of Time. Abarcan mucho y todo ello es realizado con una calidad abrumadora. También tiene infinidad de cambios de ritmos entrelazados en casi todas las canciones, ganchos que nos hacen salivar de expectación cada vez que escuchamos el álbum, pero ante todo, una manera única de hacernos sentir esa música fluyendo a través de nuestro ser. Escuchar Temple Of Shadows es una experiencia maravillosa. Una reseña describe el disco como «Beauty made music», la belleza hecha música. Es difícil encontrar una mejor manera de resumir lo aquí contenido. Sin lugar a dudas, es uno de los mejores álbumes de metal que se han grabado, una legítima obra de arte.

Angra, para esta producción, estaba integrada por Eduardo Falaschi en la voz, Kiko Loureiro y Rafael Bittencourt en las guitarras, Felipe Andreoli en el bajo y Aquiles Priester en la batería. Además hay colaboración de otros vocalistas, Sabine Edelsbacher de Edenbridge, Kai Hansen de Gamma Ray y Hansi Kürsch de Blind Guardian.
Temple Of Shadows es absolutamente magnífico. Un álbum poderoso y dulce, emotivo e inspirador y escucha obligada para todos los que deseen aprender de música y disfrutar uno de los mejores lanzamientos que ha habido en muchos años. Es necesario prestarle atención para realmente comprenderlo, pero esa dedicación es recompensada con creces cada vez que lo volvemos a escuchar, pues cuanto mejor se conoce, mayor es el disfrute que obtenemos.
Antonio Chico 2018
El álbum completo:
Aquí podemos ver a Aquiles Priester interpretar The Temple Of Hate. La precisión con la que toca y la cantidad de cambios que tiene la canción son impresionantes:
Un comentario en “Angra – Temple of Shadows (2004)”