
Danger Zone es una cápsula en el tiempo que contiene una fiel fotografía de cómo era el panorama musical e incluso cinematográfico de mediados de la década de 1980. Es veloz, rápida y trabajada hasta que alcanza un brillo cegador, tal como mucha de la estética de esos tiempos. Es principalmente recordada por haber formado parte prominente de la banda sonora de la película Top Gun, estelarizada por Tom Cruise y Kelly McGillis en la que se escucha entre los aviones de guerra, el melodrama y la emoción del filme. Los 80s son recordados por la grandiosidad que muchos de sus proyectos tenían inyectada y en esta canción tenemos un clarísimo ejemplo de eso, desde su inmediatamente reconocible bajo sintetizado y el riff en la guitarra. Todo es a gran escala, emocionante y lleno de energía que se desborda.
Danger Zone es interpretada por el estadounidense Kenny Loggins, alguien que para entonces ya tenía una trayectoria hecha en el mundo de la música y por entonces sobresalía en bandas sonoras con temas como I’m Alright de la película Caddyshack y la inolvidable Footloose del largometraje del mismo nombre, por mencionar algunas. Pero no solo grabó canciones para el cine, también tiene álbumes bajo su propio nombre y colaboraciones con Michael McDonald, quien entonces era parte de The Doobie Brothers, con quien co-escribió el tema What A Fool Believes. Sin embargo, Danger Zone no fue escrita por Loggins sino por Giorgio Moroder y Tom Whitlock.

A pesar de que Danger Zone es de 1986, el tiempo ha sido buena con ella y continúa escuchándose como una buena canción y sigue siendo de mis favoritas de esa década, de esas que me alegran cuando comienzan a sonar. Y acabo de reconfirmarlo, pues para redactar esta entrada volví a ver la escena donde podemos escucharla en la película y escalofríos recorrieron mi cuerpo. Y las satisfacciones continúan cuando descubres que también se convierte en una de las canciones favoritas de mi hijo desde que él tenía cinco años. Estoy comprobando una teoría que dice que algunos de los recuerdos y gustos de los padres pasan genéticamente a sus hijos, puesto que esta es una de varias ocasiones en las que he descubierto que a él también le gustan cosas que a mí me encantan.
Kenny Loggins comenzó desde 1971 a trabajar y grabar álbumes a dúo con Jim Messina y antes de finalizar esa década siguió como solista. Ha grabado diferentes géneros musicales como rock, pop, country y hasta música infantil y a pesar de que no es un nombre tan sonado, su huella en la escena musical es profunda y fácil de reconocer, en particular por el éxito que sus canciones en bandas sonoras tuvieron, tanto que se le llegó a llamar «El Rey de las Bandas Sonoras», pero en especial, por los gratos e inolvidables recuerdos que su música nos ha dejado.
Antonio Chico 2020
Danger Zone:
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