
Hay agrupaciones que están sumidas en un aire de misterio. La banda estadounidense Tool es una de ellas. Sus lanzamientos han sido espaciados y cada uno de ellos se ha ganado la apreciación del público y de la crítica. Desde el 2006 no ha habido nueva música de Tool y por varios años se ha rumorado que viene un nuevo álbum, pero nada se ha concretado, para el pesar de todos sus fans. Lateralus, del que se desprendió el sencillo Schism, fue lanzado en el 2001 y para muchos es considerado el mejor trabajo de la banda. Es metal progresivo con verdadera complejidad y atención al detalle que puede ser analizado incontables veces y todavía se le seguirán encontrando más sorpresas. La labor que hacen en cada uno de sus discos es impresionante y hace falta un estudio profundo de sus composiciones para comprender todos los mensajes que contienen.
Escogí hablar de Schism por varias razones, es una canción musicalmente impresionante, que tiene una letra con un claro y fuerte mensaje acerca de las relaciones interpersonales y también porque es un tema icónico de Tool. La letra, como suele ser en el caso de la banda, puede ser interpretada de más de una forma y aquí hablaré de la que yo le encontré desde que la conocí, la manera en la que dos personas se distancian hasta separarse al no ser ya capaces de encontrar un punto medio en el que ambas pueden estar de acuerdo. Sé que las piezas encajan, porque las vi caer, nos canta, desde un inicio demostrando que esa relación sí existía y fue sana al comienzo. La luz que mantenía encendido el fuego que nos unía abrió una brecha entre los dos, al irse desintegrando pone a prueba nuestra comunicación, si era sólo un tema en común el que los unía, al agotarse el mismo, se empieza a ver con claridad que no hay mucho más qué compartir y la comunicación se ve afectada. Para que una relación crezca y progrese, deben existir muchos lazos de unión que los mantenga realmente unidos. No hubo error, no hay culpable, pero eso no significa que no quiera señalar y acusar al otro. Volver a juntar las piezas y redescubrir la comunicación. En esas situaciones no hay culpable, pero con el afán de no sentirnos responsables de la ruptura, no dudamos en volcar en el otro la responsabilidad de lo ocurrido. Sin embargo, allí mismo puede surgir el deseo de retomar lo desarmado, coger las piezas y reconstruirlo a través del diálogo. Condenados a desmoronarnos a menos que aumentemos y fortalezcamos nuestra comunicación. La base indispensable para una relación personal sana es la comunicación, abierta y fluida. Sin esto, se para acabando. Y la estrofa más clara dice:
Cold silence has
A tendency to
Atrophy any
Sense of compassion
El frío silencio tiende a atrofiar cualquier sentido de compasión. Aquí resumen todo, si no hay diálogo, la relación se enfría y dejamos de sentir algo por la otra persona. Schism significa cisma en español, una palabra muy adecuada para resumir la temática, tocada en pocas, pero magistralmente escritas estrofas.

La música es increíblemente buena, desde el bajo con el que comienza rascándonos todos los sentidos, pasando por pasajes de diferentes emociones expresadas con los instrumentos hasta el intenso crescendo cerca del final. El riff del bajo es la característica más notoria dentro de una impecable interpretación de todos los integrantes. Como buen metal progresivo, está escrito con diversos compases y en un análisis se llegaron a contar 47 cambios a lo largo de los 6 minutos y 46 segundos que dura. La voz canta con un sentimiento mezclado entre observador y protagonista sufriendo los efectos del distanciamiento. En pocas palabras, es una canción con una profundidad musical que hará sonreír a cualquiera que tenga el gusto por apreciar la música.

También grabaron un video que acompaña a Schism y a través de imágenes poco convencionales va reproduciendo los sentimientos de una pareja que esta distanciada pero poco a poco logran unirse hasta el punto que se vuelven uno, literalmente. Es una producción artística que merece la pena ser analizada con el mismo cuidado que la canción que la inspira.
Tool está integrado por Maynard James Keenan en la voz, Adam Jones en la guitarra, Justin Chancellor en el bajo y Danny Carey en la batería. La música que tocan es elaborada, cerebral y es un ejercicio mental analizarla. Lo ideal es escucharla con atención y detenimiento, pues tiene mucho que dar y descubrir en ella. Es la antítesis de la música pop. Además, Tool marca su propio estilo y son fieles a su visión, produciendo la música que les gusta con la temática que ellos mismos escogen, caso similar al de Slayer, que no se doblegan ante las expectativas del público, sino que mantienen sus principios.
Schism es una obra fenomenal escrita e interpretada por músicos virtuosos que nos llegará al corazón con su letra y nos moverá por completo con la intensidad y emotividad que contiene.
Antonio Chico 2018
El video oficial que comienza con Mantra, una canción instrumental:
El audio de Schism junto con la letra:
4 comentarios en “Tool – Schism (2001)”