
Hace ya 30 años que la década de los 80s terminó, pero aunque ese tiempo se haya ido, la influencia musical de ese decenio sigue marcando, formando y hasta dando un estilo especial a piezas musicales que han sido lanzadas en años recientes y una de las más nuevas es la canción Tokyo de la banda inglesa de post-punk White Lies. Son un trío que lanzó su primer álbum hace ya 10 años, el animado pero simultáneamente sombrío To Lose My Life… del cual ya escribí una entrada pues es de mis álbumes predilectos. Y en el 2019 nos comienzan sorprendiendo con un nuevo sencillo, titulado Tokyo, de su próximo álbum que se llamará Five y que está programado para ser lanzado el 1 de febrero de este año. Y esta es una canción que hace honor en muchos sentidos a la estética musical ochentera desde el sintetizador, pasando por el sonido profundo de la batería y un enérgico bajo hasta la manera en la que las voces poseen un etéreo eco que le agrega un aura amplia y envolvente a todo. Pero es música orgánica, un sonido deliciosamente análogo en una época digital.

Musicalmente todo gira alrededor del riff en el teclado que en conjunto con la magnífica línea del bajo impulsan hacia adelante la canción, la guitarra provee la textura que llena los vacíos y la batería actúa como los latidos de un corazón que marcan un ritmo que nos hace mover la cabeza al compás. Las palabras en el coro son cantadas al unísono con la música, como haciendo énfasis en el mensaje que quieren entregar. El sonido nos recuerda a las luces de neón y púrpura que eran tan comunes en los 80s, pero es inconfundible que esta es una canción nueva, con otras aspiraciones pero con un palpable deseo de hacer un amable saludo a esa década.
Las letras de White Lies suelen dejar un amplio espacio que le permite al oyente interpretarlas a su manera, aunque siempre nos dan una guía que nos enseña la dirección del camino a seguir. En el caso de Tokyo y apoyándome en el video que lanzaron en conjunto, entiendo que habla de las dificultades que tienen muchas personas por ser diferentes en su manera de pensar y vivir en relación a quienes los rodean. Es esa búsqueda de querer formar parte de un grupo pero sin abandonar la esencia que cada uno posee y el seguir siendo fiel a uno mismo sin importar lo que digan los demás. Todos somos diferentes, pero iguales al mismo tiempo. La lírica utiliza a grandes ciudades del mundo para darse a entender pero a la vez aclara que «Every city has a Chinatown«, demostrándonos que siempre hay un lugar donde una cultura o tu propia forma de ser se puede refugiar sin importar qué hay alrededor.

Los videos de esta agrupación de igual manera son crípticos, sin embargo y en conjunto con la letra, es posible llegar a una conclusión de qué nos narra a través de las imágenes que nos presenta y está alineada con lo que nos cantan, esa búsqueda de seguir siendo uno mismo sin importar las circunstancias. Una chica en un grupo de amigas que quiere seguir su propio rumbo y nos lo demuestra bailando de manera completamente diferente a sus compañeras. Un hombre mayor que refugiado en casa puede vestirse como mujer sin miedo a ser juzgado. Un joven que tiene una visión muy diferente a su padre, quien metafóricamente quiere matarlo como a Isaac pero alguien lo detiene también en el último momento. Y una señora que hace años perdió a su marido, un torero y a la fecha le pone su lugar en la mesa aunque él ya no esté. Al final no puede esperar más y se quita la vida con tal de volver a encontrarse con él, algo que se ve cerca del final cuando él está de vuelta vestido con prendas que pasaron de moda hace ya varias décadas. Conforme terminan las historias vemos que cada uno logra encontrar su propia paz a pesar del entorno donde se encuentra. Intercaladas entre la historia vemos en varias ocasiones imágenes de los tres integrantes de White Lies, que al final se encuentran sentados sobre una gigantesca estatua de una mujer desnuda. El video fue filmado en la ciudad de Tijuana y dirigido por David Pablos, oriundo de la misma. Es su segunda colaboración con la banda, habiendo sido el video para Take It Out On Me la primera. Y como nota curiosa y a modo de guiño a la tecnología de los 80s, el video está grabado en formato 4:3, no el actualmente acostumbrado 16:9.
Y los protagonistas de esta entrada son los miembros de White Lies, quienes han permanecido juntos a través de su carrera musical, Harry McVeigh en la voz y guitarra, Charles Cave en el bajo y letrista y Jack Lawrence-Brown en la batería.
Antonio Chico 2019
El video de Tokyo, de White Lies:
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